Omitir los comandos de cinta
Saltar al contenido principal

Maestro, eres testigo de la misericordia

Encuentro de pastoral educativa con maestros de la Diócesis de Santa Rosa de Osos, donde la experiencia y dinámica de trabajo demostró que ellos valoran su formación permanente como una oportunidad para crecer en comunidad. En el marco del año de la misericordia y en espiritualidad de comunión, el lema del encuentro fue: "Anuncio la fe, viviendo las obras de misericordia". Convencidos de que "el maestro es testigo de la misericordia" y que es en el prójimo donde la revelación de Dios se hace presente en cada uno de ellos. El ISDEC también se vinculó al encuentro - retiro, con la palabra orada y como telón de fondo la parábola del “buen samaritano” Lc. 10, 25-37. La lectio divina se desarrolló en ambiente de oración-contemplación en cuatro momentos: ver-escuchar- contemplar- compromiso-acción.

Primeriando en la caridad. Mt. 25 “En cada uno de estos más pequeños está presente Cristo mismo, su carne se hace de nuevo visibles, como cuerpo martirizado, llagado, flagelado, destruido, en fuga para que nosotros los reconozcamos y los asistamos con cuidado. No olvidemos las palabras de San Juan de la Cruz, en el ocaso de nuestras vidas seremos juzgado en el amor” MV 15.

Refelxión Compartida

Veo: la realidad, “Felices los que puedan ver todo lo que vosotros estáis viendo. Os digo que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que vosotros estáis viendo y no lo vieron y oír lo que estáis oyendo y no lo oyeron” Lc 10,23.

Escucho: La Palabra de Dios, Lc. 10, 25-37

Contemplo: ¿Qué me dice Dios a mí como maestro? ¿Qué me interpela?

Acción – Compromiso: El prójimo es la revelación de Dios para mí, que soy maestro.

EG 3. “Invitación para cada maestro/a, en cualquier lugar y situación en que se encuentre, a renovar ahora mismo su encuentro personal con Jesucristo o, al menos, a tomar la decisión de dejarse encontrar por Él, de intentarlo cada día sin descanso. No hay razón para que alguien piense que esta invitación no es para él, porque “nadie queda excluido de la alegría reportada por el Señor”. Al que arriesga, el Señor no lo defrauda, y cuando alguien da un pequeño paso hacia Jesús, descubre que Él ya esperaba su llegada con los brazos abiertos. Éste es el momento para decirle a Jesucristo: “Señor, me he dejado engañar, de mil maneras escapé de tu amor, pero aquí estoy otra vez para renovar mi alianza contigo. Te necesito. Rescátame de nuevo, Señor, acéptame una vez más entre tus brazos redentores”. ¡Nos hace tanto bien volver a Él cuando nos hemos perdido! Insisto una vez más: Dios no se cansa nunca de perdonar, somos nosotros los que nos cansamos de acudir a su misericordia. Aquel que nos invitó a perdonar «setenta veces siete” (Mt 18,22) nos da ejemplo: Él perdona setenta veces siete. Nos vuelve a cargar sobre sus hombros una y otra vez.

Nadie podrá quitarnos la dignidad que nos otorga este amor infinito e inquebrantable. Él nos permite levantar la cabeza y volver a empezar, con una ternura que nunca nos desilusiona y que siempre puede devolvernos la alegría. No huyamos de la resurrección de Jesús, nunca nos declaremos muertos, pase lo que pase. ¡Que nada pueda más que su vida que nos lanza hacia adelante!” para ser testigos de su amor misericordioso. Clic aquí


  • - Una pastoral educativa desde la misericordia: ¿cómo se puede ser testigos del perdón y la misericordia de Dios en la pastoral?
  • - Conversión a los pobres, necesitados, excluidos.... Actualización de la parábola del buen Samaritano. ¿Cómo vive un maestro la cercanía a los pobres y la acogida del pecador?
  • - La caridad como expresión de la misericordia ¿Quiénes son hoy los pequeños que reclaman misericordia, en mi ámbito escolar?
  • - Si María, es la primera testigo de misericordia ¿Cómo puede ayudar ella a dar un testimonio de comunión, de fe y de amor para con los pobres?